876 - Sin palabras
Vengo sobre las alas de la aurora
a ti, que de tan sola no has dormido;
mírame sin palabras; extinguido
sigue todo murmullo en esta hora.
La luz no entiende de rumor, ignora
cuanto vibra, el silencio es su sonido;
ella me guía, y de silencio ungido,
a tu piel impaciente me incorpora
Si la noche fue larga, desvelada,
más se dilatará esta madrugada,
eslabonando al fin noches y días.
Qué amanecer tan claro, tan extenso,
oyendo lo que piensas, lo que pienso,
sin palabras decrépitas, vacías.
Los Angeles, 24 de agosto de 2003