891 - Te llamaré (III)
No esperaré a que vuelvas. Se apresura
la noche del temor, de la fatiga,
del agravio y el llanto, esa cuadriga
galopante en sendero de amargura.
En tu ausencia agonizo; está madura
mi carne para el fuego, y el auriga,
que ayer pordioseó, ya no mendiga,
sólo alejarse en rapidez procura.
Qué indignidad la mía si esperara
de nuevo tu retorno, y contemplara
tu piel cubierta de saliva y besos.
Te llamaré desde un lugar remoto
para decirte que aunque me hayas roto
vida y alma, por ti claman mis huesos.
Los Angeles, 6 de septiembre de 2003