901 - Tantas, tan…
Tantas veces llamaron a tu puerta,
tantas veces abrióse al caminante,
y tantas le llamaste único amante,
y tantas su esperanza quedó muerta.
Anclada en tantas manos, tan experta
en lágrimas y piel, tan inconstante,
tan convincente y pura en cada instante,
alma de cien caminos, tan desierta.
Tantas palabras cálidas, tan vanas,
las mismas para todos, caravanas
sin cargamento de verdad, tan frías.
Tanta vida gastada, ilusión rota,
tanta fe desangrada gota a gota,
tanto te di, mis manos tan vacías.
Cantabria, 2 de octubre de 2003