934 - Soy testigo
“No ser amado es una simple desventura;
la verdadera desgracia es no saber amar”.
(Albert Camus)
Pródiga, tersa fue la primavera,
rodando tibio sol por los tejados,
agreste olor de pétalos mojados,
y esquilones cantando en la pradera.
Era mía la densa enredadera,
eran míos los cielos azulados,
en mí estaban los olmos arraigados,
y me daba sus arcos la palmera.
El aire del paisaje, tan bucólico,
con su dulce tristeza, melancólico,
enteramente me perteneció.
Y no lo supo compartir conmigo.
Pérdida suya fue, yo soy testigo
del amor que le tuve y no me dio.
Los Angeles, 13 de noviembre de 2003