973 - Instante
Cada poema es alma de un instante,
de algo que nace, tiembla, vibra y muere,
aletazo de un ángel, que requiere
ágil reflejo y eficaz transplante.
Relámpago en la noche, flameante
antorcha que se extingue, aire que hiere
como beso traidor de quien no quiere,
lengua de fuego, tacto palpitante.
Viene y se va; quien no vive al acecho
verá el aspecto material del hecho,
y perderá el valor de su mensaje.
Sólo el sentimental, el visionario,
verá cada Tabor, cada Calvario,
y lo revestirá de su lenguaje.
Los Angeles, 12 de diciembre de 2003