98 - Dentro de mí
Al mirarte, desvías la mirada,
temerosa de hallar en los espejos
de mis pupilas íntimos reflejos,
opuestos a tu próxima arribada.
Esa imagen perdió la llamarada
que brilló inextinguible en tiempos viejos,
y ahora arrastra sus pasos a lo lejos,
vagabunda de senda extraviada.
Sumérgete en el foso de mis ojos,
si un día impuros, ya purificados,
entra de frente y baja sin temor.
Romperé de mis puertas los cerrojos,
expulsaré a inquilinos e invitados,
y estarás sola, libre y por amor.
Los Angeles, 23 de junio de 1998