983 - De espaldas al recuerdo
No destruyó las flores; agostadas
fueron quedándose sobre el florero;
la inmarchitable nota del ‘te quiero’
aún palpita en sus manos apretadas.
Quizá un trofeo más; tantas almohadas,
en su oleaje azul tanto velero,
sobre sus vías tanto pasajero...,
tantos anillos de humo en bocanadas.
De espaldas al recuerdo, las heridas
cicatrizan mejor; más avenidas
se abren dinámicas, acogedoras.
Los ojos del silencio están despiertos
hacia el pasado, y al mañana muertos;
emergen ya salmodias soñadoras.
Los Angeles, 15 de diciembre de 2003