LM38 - Icaro
Volar, volar, del suelo despegarse,
ser hermano del águila en la altura,
cruzar en desafío la estatura
de las cumbres que empiezan a nublarse.
Y agitando las alas, elevarse
hacia el sol, y sentir su quemadura,
ver la tierra, lejana miniatura,
y las estrellas ante mí apartarse.
Y a mi padre gritando sus consejos
con el temor de que si voy más lejos
al desastre me pueda aproximar...
Si el brío juvenil es invencible,
¿por qué cayendo estoy? ¿Cómo es posible
que en mi descenso me ha tragado el mar?
Winnipeg, 23 de octubre de 1999