Brevería 1041
No me quedan sonrisas, sólo muecas,
máscaras grises de los sentimientos,
disfrazando recónditos lamentos,
como hojas verdes sobre flores secas.
Pero me quedan besos no firmados,
besos que aprenden a batir las alas,
centelleando en sus mejores galas,
prestos a ser servidos o usurpados.
septiembre de 2002