Brevería 1162
Acaríciame ya. Prohibí tu mano
cuando la absurda espera era esperanza;
pero cortado está el nudo gordiano,
y hacia ti en libertad mi paso avanza.
Las yemas de tus dedos desinfectan,
los vestigios de ayer se han disipado,
sentido y sentimiento te detectan,
y extiendes mente y piel a mi costado.
febrero de 2004