Brevería 1229
Somos ladrones de horas. Las robamos
a quien tal vez ayer nos llegó a amar,
o a quien nos ama, pero ya no amamos,
o a quien los sueños hacen bostezar.
Y abrimos otras sendas, y nos vamos
en busca de otro amor, de otro lugar,
derramando esas horas, y cosiendo
al traje de la vida otro remiendo.
septiembre de 2004