Brevería 1258
Le entregué mi arsenal de ojos y manos,
y ella pendiente de nariz y oídos;
la mirada y el tacto oscurecidos,
olfato y plática en primeros planos.
Vaporicé en mi piel viril fragancia,
y musité mis versos tenuemente,
despertándole casi de repente
ojos y manos en exuberancia.
diciembre de 2004