Brevería 1290
Ha sido un día demasiado largo,
vacío como el vaso del sediento;
un día, un mes, un año, de letargo,
indiferencia y desfallecimiento;
un año, dos, o tres, y sin embargo,
noto en la nuca el soplo de otro aliento.
He vuelto el rostro y eras tú llegando:
Tal vez me va tu paso despertando.
febrero de 2005