Brevería 1295
Si la muralla que te circunvala
se agrietara algún día,
te dejaré una rosa en cercanía,
pero también te dejaré una escala.
La grieta no será más que un indicio
de tu intención de superar el muro;
yo al otro lado espero, y me apresuro
a ofrecerte la mano y su ejercicio.
febrero de 2005