Brevería 1296
Me envías un abrazo. He de arroparme
en su estrechez de impúdico albornoz;
vendrá evocando el eco de tu voz,
que tiempo atrás también supo abrazarme.
Un abrazo no es sólo estrechamiento
de dos brazos que en otros se intercalan,
sino ocho extremidades que resbalan
en plena aceptación y ofrecimiento.
febrero de 2005