Brevería 145
Las sombras en el bosque se cuelgan de las ramas,
se abrazan a los troncos, se deslizan constantes,
surgiendo ante la vista cual séquito de damas,
y en el silencio oscuro las ves amenazantes.
Pero yo no percibo sus encendidas llamas,
pues sólo son efigies disfrazadas de amantes;
y ni ofrecen el alma ni el sentido me entregan,
perdiéndose en la noche tan pronto como llegan.
febrero de 1998