Brevería 1555
Ay, que el invierno llega y me arrebata
tanto que descuidé en la primavera,
pero extiende también puente de plata
uniendo mi ribera a tu ribera.
En mi lejano abril no era tu hora,
ni tampoco la mía;
tiene este ocaso que se torna aurora
el calor y la luz del mediodía.
octubre de 2006