Brevería 156
Hombre me veo, espléndido y avaro,
al hacer sementera en campo ajeno
y dejar en barbecho tu terreno,
seco y estéril bajo el cielo claro.
Mas oirás cómo el soplo de mi viento
gime tu nombre en los cañaverales,
y mis lluvias traerán a tus rosales
las rojas rosas de mi ofrecimiento.
marzo de 1998