Brevería 1622
No existes ya, mi mente ha disipado
el acento final que mantenía
tu arranque de vivir en mí tatuado.
Estoy limpio de ti. Desciende el día,
y eres lluvia que el sol ha evaporado,
una ola más, sin rastro, en la bahía,
llama que el viento desvanece, adagio
que en el mar del silencio halló naufragio.
marzo de 2007