Brevería 1730
Una invasión de bárbaros has sido
vandalizando mi alma, ahora desierta
de cuanto acumuló, pero no ha huído,
su voluntad de defenderse, muerta.
Me queda el cuerpo que, si bien dormido,
a tu irrupción brutal ya se despierta,
y ha de erguirse, en rebelde iniciativa,
desarrollando la contraofensiva.
octubre de 2007