Brevería 1799
Sigo mirando el roble, tan austero,
que observa cada sombra o silueta
detrás de tus visillos, prisionero
de sus propias raíces; la carreta
dormida junto al muro, y el sendero
de alma trémula ayer, pero hoy tan quieta.
Y en esta placidez, sólo me afana
ser el perfil detrás de tu ventana.
marzo de 2008