Brevería 1827
Tengo una pena de color tan claro
que es invisible por lo transparente,
mitad desatención, mitad disparo,
ciñéndome en anillos de serpiente.
Me asfixia su dolor, y me envenena,
mas la cuelgo en la brisa,
a ver si se me atrofia o desordena.
Mientras tanto parodio una sonrisa.
abril de 2008