Brevería 1893
Se me escapa la vida. No, no muero,
o tal vez sí, pero tan lentamente…
He perdido mi espíritu guerrero,
ya soy un rostro más entre la gente,
son los demás, no yo, que en el sendero
programan ritmo y dirección, al frente.
Otros viven por mí, con ellos voy,
no sé quién era, ni sé ya quién soy.
julio de 2008