Brevería 1895
Desde la soledad del desengaño,
mundo y conceptos se volatilizan;
la realidad, los símbolos de antaño,
pierden vigor, ya no nos electrizan;
sólo el dolor aumenta de tamaño,
sólo sus consecuencias se eternizan.
Los ojos ya no ven, la lengua es muda,
y hay sólo una certeza: Nuestra duda.
julio de 2008