Brevería 1897
Se me vuelcan tus dedos, y me acosan,
no sé si me acarician o desgarran,
dedos de alondra que en la piel se posan,
dedos de enredadera que me amarran.
Los dejo sobre mí, soy campo abierto;
son pacífica tropa, y agresiva,
cada uno lento explorador experto,
y esta mi voluntad… tan permisiva.
agosto de 2008