Brevería 1901
Tu piel es una idea, un sentimiento,
encendiéndose al tacto;
no te apagues, mujer, que este momento
vaya más lejos del concepto abstracto
que hilvanamos a veces
entre un ‘si me arriesgara’ y un ‘quisiera’.
¿No entiendes que hay en las insensateces
más gozo y madurez que hay en la espera?
agosto de 2008