Brevería 1926
Estoy abierta para ti, tendida,
como una mies que debe recogerse,
dorada mies, madura, estremecida
por brisas que no saben contenerse.
Oh, segador de intentos agresivos,
arqueada la espalda, y abrazando
cuanto vas a hacer tuyo; los cultivos
están ya sazonados, y esperando.
septiembre de 2008