Brevería 1928
Era en la servidumbre cuando amaba,
como quien nada tiene que perder,
y al recobrar la libertad cantaba
con el gozo de ser otra mujer,
nuevos sueños, mejor alternativa,
no le servía ya el antiguo amante,
brisa de ayer. Se percibía viva,
sin culpabilidad, a cada instante.
En su memoria imágenes borrosas,
y en un rincón un túmulo sin rosas.
septiembre de 2008