Brevería 1940
Me ha llegado tu voz como el mensaje
de una tarde otoñal, con ese acento
de nostalgia y dulzura y sentimiento
que uno intenta integrar en su lenguaje.
Ya no quiero yacer sobre la losa
de tu silencio, que se me hace fría.
Absorto he de escucharte cada día,
sigue hablándome así, tan rumorosa.
octubre de 2008