Brevería 1954
Quien dijo adiós un día, quien desierta
dejó la mano que le sostuviera,
y enmudeció, perdiéndose en la noche,
regresará tal vez con nueva oferta.
Y tú, ¿qué harás, que sigues a la espera?
¿Dejarle entrar sin formular reproche?
noviembre de 2008