Brevería 2000
Dejo un rastro de charcos a mi paso.
No es lluvia o lodo, es sangre, sangre mía.
Llevo un cuchillo al dorso y otro al pecho.
Voy a beberla toda, vaso a vaso.
Quien me agredió tal vez se prometía
el gozo de un trabajo mejor hecho.
febrero de 2009