Brevería 2076
Nunca se ama tan firme, tensamente,
como al perder a la mujer amada.
Morir para nacer. De la simiente,
que a morir en la tierra es condenada,
surgirá espiga o árbol, lo viviente
de lo que ya murió. De la lanzada
que el pecho en crueldad nos atraviesa,
más amor fluye que de amor que besa.
junio de 2009