Brevería 2148
He muerto algunas veces, pero todas
esas muertes han sido insustanciales,
indignas de elegías de rapsodas,
sin llantos de otros y sin funerales.
Cuando morí de ti, fue apagamiento,
definitivo golpe de guadaña
refractario a ulterior renacimiento,
como si me aplastara una montaña.
¿A qué resucitar? Aunque pudiera,
sin tú nacer a mí, no lo quisiera.
octubre de 2009