Brevería 2225
Séquense ya los ríos,
encapótese el cielo, duerma el viento,
marchítense las flores,
tórnense estériles los sembradíos,
inmovilice el mar su movimiento,
y apáguense murmullos y colores.
Voy a extinguir mis luces interiores,
la sed de amar, la voz del pensamiento.
febrero de 2010