Brevería 2267
No eran miradas de papel, ligeras,
mas forjadas en bronce, eran de peso;
ni fluctuantes ni cascabeleras,
sino a punta de lanza, a tren expreso;
eran irreverentes mensajeras,
y avance pertinaz, sin retroceso.
Tal como me llegaron, las mantuve;
y cuanto había de promesa, obtuve.
mayo de 2010