Brevería 2287
Amor es el motor que mueve el mundo,
y no sabemos cómo ni por qué
sucede entre los dos cuanto sucede.
Si descendemos a lo más profundo
de su esencia, dejando atrás la fe,
nada veremos ni entenderse puede.
Nos procede, de cara a su misterio,
sólo abrirle la puerta, y que se hospede,
y acerptar sin temor su magisterio.
junio de 2010