Brevería 2309
Ella fue la mujer que conocía
la canción que mi propia alma gestara,
que yo incesantemente repetía
dentro de mí, tan juvenil, tan clara.
Y luego, en la fatídica agonía
de la memoria que me desampara,
ella la entona para mí, al oído,
mientras pretendo yo quedar dormido.
agosto de 2010