Brevería 2342
La vida que alcancé, dulce y sumisa,
como virgen envuelta en su melena,
blanda mirada, tímida sonrisa,
se escurre entre mis dedos como arena,
como agua temblorosa, como brisa,
y todo mi armazón se desordena.
Tendré que levantar otra estructura,
o aislarme tras hermética armadura.
octubre de 2010