Brevería 2484
Llévame por las calles ignoradas
que ya las multitudes no utilizan;
a las cafeterías olvidadas,
donde tiempo y silencio se eternizan;
por las zonas sin luz, deshabitadas,
por donde los amantes se deslizan
como sombras de un sueño. Que mi aliento
se enmarañe en la clave de tu intento.
junio de 2011