Brevería 2638
Este deseo que, implacable, agita
tentáculos dorados en mi entraña,
que me susurra a veces, o me grita,
e inevitablemente me acompaña,
vive de no lograr, lo rehabilita
cada revés, pero lo desengaña
la obtención de sus fines, su provecho.
Gozadlo mientras siga insatisfecho.
febrero de 2012