Brevería 2645
Yo pienso cuando callo;
al hablar se destruye el pensamiento.
Por eso en el silencio me amurallo,
entre los brazos del recogimiento.
En esa soledad fluye la idea,
sin quedar recortada en el vocablo,
que, falsificador, la bastardea.
Pensar es serio, y al pensar, no hablo.
febrero de 2012