Brevería 2666
Por un rincón oscuro de la vida
llegaste a mí, tu alforja de promesas
reventando a la espalda, y desvalida
mi alma te recibió. Y ahora regresas
por la misma vereda, en despedida,
fuego apagado, al aire las pavesas.
No diré que he heredado de ti el frío,
porque todo el calor es y fue mío.
abril de 2012