Brevería 2667
Mi voz te sigue hablando,
de noche, entre las sábanas; de día,
cercada por la turbia algarabía
del gentío vulgar bufoneando.
Te habla también, en leve ronroneo,
envuelta en los vapores de la ducha.
No sabría cesar su galanteo,
aun sabiendo que nadie hay a la escucha.
abril de 2012