Brevería 2883
Me olvido de mí mismo, y la memoria
te trae a mí, flor de arrayán, desnuda,
rostro de novia, cuya blanca euforia
a mis sentidos lúbrica se anuda.
He dejado de ser quien antes fuera,
y modelas la pulpa resultante
con roce de ángel e ímpetu de fiera,
y me adjudicas calidad de amante.
marzo de 2013