Brevería 3211
En el silencio vivo, y no lamento
la ausencia del tintín desazonado
de palabras vacías.
Dialogo con mi propio pensamiento,
transmito mis ideas al teclado,
y ejecuto mis propias melodías.
Nadie me desordena
con voces hueras, fórmulas baldías,
mientras libo la miel en mi colmena.
febrero de 2014