Brevería 922
Olvida el canto de mujer ajena
manifestando que desea y ama,
u ofreciéndo romántica una cena
con intenciones de ofrecer la cama;
ya fragmentada yace esa cadena,
no tiembla en el hogar sino tu llama;
ella fue, pero hundida está en su ocaso,
y hoy hacia ti seguro va mi paso.
septiembre de 2002