Brevería 947
Eres el cuento de hadas que, aunque tan repetido,
siempre deleita al niño, oyente embelesado;
eres el sueño absorto de quien no se ha dormido,
y la esperanza firme de quien ya ha despertado.
Eres tanto que nunca fuiste convencimiento
de que tanto podría concederse a mi vida;
pero en el alma siempre tuve el presentimiento
de tener a tu suerte la mía entretejida.
septiembre de 2002