Brevería 995
Cómo duele el amor que no se tiene,
y el amor que nos llama y no se alcanza;
cómo duele el amor sin esperanza,
y el amor que, esperándose, no viene.
Cómo me dueles tú, barco en la noche,
navegando por ruta paralela...
Mi alma se abrasa y a la vez se hiela
sin fe, sin optimismo, sin reproche.
septiembre de 2002