Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos LXVII

Índice

Sonetos:
Bacanal Bache Báculo Bahía Bajamar Balada Balanceo Baldío
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Breverías

3156
El camino trillado no es mi senda, no importa su promesa o su objetivo, ni quién dejara huellas al pasar. Prefiero hacer camino, sin agenda, de la turba y el ruido fugitivo, solo, con mi pensar.

3157
Vivir es aprender, y en lo aprendido, descubrirse a sí mismo, porque todo cuanto nos sale al paso nos refleja. Cada color, o símbolo, o sonido, es tal porque lo vemos de ese modo, porque en el fondo se nos asemeja.

3158
Somos lo que pensamos; es la idea lo que nos constituye y nos dirige, y es juzgar por la imagen desatino. Dado que la palabra bastardea, captará la verdad quien se dirige más allá del lenguaje. A lo genuino sólo habrá de llegar quien analiza. Vislumbre y reflexión son el camino que hacia la claridad nos canaliza.

3159
El universo, el hombre, son misterios que no esclarecerá quien sólo mira, sino aquel cuya mente puede ver.. El ojo observa, pero sin criterios; cuestiona la razón, arguye, gira en torno a lo que ve, y eso es saber. Es saber y es poder, pues quien razona se plantea, decide y soluciona.

3160
Aspira la fragancia de las rosas; han nacido por ti, te pertenecen, y la aspires o no, mueren mañana. Nacieron blandas, cálidas, hermosas, y al roce de tus dedos se estremecen. Su vida, sin tu acción, será tan vana…

Sonetos

3586 - Bacanal
Ya no es Baco el motivo, mas el vino que él popularizó y nos estimula; circulad ya las copas, nos vincula cada impulso febril y libertino. Asóciese el bullicio femenino a nuestra fiesta. ¿Cómo se articula un placer sin el otro, o se estipula genuino festival si clandestino? Todo a la luz, los cuerpos al desnudo, improvisando cada cual el nudo de sus más compulsivas perversiones. E irrumpan en escena las bacantes de firmes senos, flancos cimbreantes, brindando sus eróticas opciones.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013
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3587 - Bache
Avanzo en el camino de la vida, contemplativo, absorto viajero, observando cuanto hay de placentero en cada atardecer o amanecida. Desentendido ya de mi partida, y ajeno a la llegada, sólo quiero disfrutar del momento pasajero en que mi huella queda recogida. Contemplo la montaña, la floresta, el águila, la alondra, y en tal fiesta olvido el punto en que asentar el pie. Tropiezo, y caigo. Y en dolor, aprendo que las cosas que ignoro, o que no entiendo, valen tanto como lo que se ve.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013
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3588 - Báculo
En ti busco mi apoyo. Sé el cayado que me reafirma en mi peregrinaje. Ni pertrechos requiero, ni hospedaje, si logras adosarte a mi costado. Sobre tu hombro mi mano, alborozado de seguir a tu ritmo en un viaje que, siendo de ambos, tórnase homenaje de solidaridad, por lo abnegado. Imagen del ascético romero camino de Santiago, tan austero, apoyado en su báculo al andar. Mas el mío es mejor, porque palpita, y en el apoyo que me presta, invita a unir dos vidas que se quieren dar.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013
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3589 - Bahía
Dice la tierra al mar: Entra en mi abrazo, y amainando tu furia, balbucea tu más gentil rumor, y burbujea tu vaivén de oleaje en mi regazo. Sólo por ti me abrí, y a ti me enlazo; me acaricias, me lames, y azulea más vivo tu color en la marea que a mis arenas llega sin zarpazo. ¿Te irrita, acaso, la áspera acogida del rudo acantilado, y tu embestida es tal vez una forma de protesta? No lo hallarás en mí, manso te espero. Soy de amor, no de guerra, compañero, a roce y suavidad siempre dispuesta.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
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3590 - Bajamar
Dice la playa al mar: No es titubeo tu llegada y partida, en insistente repetición; no es timidez que siente quien inseguro está en su galanteo. Tus vaivenes son fácil coqueteo que tu grotesca vanidad consiente, mas no voy a seguirte; soy consciente de que a mí volverás. Yo no flirteo. Tantos años en ti, pero eres niño repitiendo su juego. No te riño, diviértete a tu modo, sube, baja. Me besarás los pies en insistencia, creciendo en pleamar; de ahí que tu ausencia ni inquietud me dará ni desventaja.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
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3591 - Balada
De castillo en castillo, celebrando amores que no tuve o damisela de mi invención, pulsando la vihuela para damas que al fin quedan llorando. Trovador de caminos, voy cantando, no porque se me escuche, en la plazuela, o el mesón, a la luz de la candela, y si hay celebración, sigo soñando. Si canto es porque el alma me lo pide; mi galardón por la bondad se mide de quien escucha atento mi balada. Canto heroico, o fantástico, o risueño, de cuanto fue o no fue, de cuanto sueño, del amor, de la rosa, de la espada.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
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3592 - Balanceo
Te acuno entre mis brazos, y al mecerte vuelves a ser la niña que persiste dormida en tu interior, y que hoy se viste de algunos años más, y se divierte. El baile es una cuna que convierte los niños en adultos, o que asiste en el cambio a la inversa, y nos reviste del candor infantil al que revierte. Girar, volver, balancearse, juegos para cambiar el tiempo, siendo ciegos a cuanto somos, fuimos, nos rodea. En cada vuelta o espiral te acuno, y flotando entre nubes, somos uno, que en yuxtaposiciones fantasea.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
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3593 - Baldío
Terreno soy, si ausente tú, baldío, parcela sin labrar, abandonada; sin manos que, al abrirse la alborada, dejen su impronta de sudor y brío. Me cultivaste un día, y era estío cada ciclo del año, temporada sin escarcha, sequía o granizada, de rubias mieses y paisaje umbrío. Ahora es vacía, seca y gris la tierra, sólo la mala hierba se me aferra, y estoy sin voluntad para extirparla. El alma, de tal forma envejecida, si saliera a la calle, y si perdida, no movería un pie para encontrarla.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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