Breverías
3156
El camino trillado no es mi senda,
no importa su promesa o su objetivo,
ni quién dejara huellas al pasar.
Prefiero hacer camino, sin agenda,
de la turba y el ruido fugitivo,
solo, con mi pensar.
3157
Vivir es aprender, y en lo aprendido,
descubrirse a sí mismo, porque todo
cuanto nos sale al paso nos refleja.
Cada color, o símbolo, o sonido,
es tal porque lo vemos de ese modo,
porque en el fondo se nos asemeja.
3158
Somos lo que pensamos; es la idea
lo que nos constituye y nos dirige,
y es juzgar por la imagen desatino.
Dado que la palabra bastardea,
captará la verdad quien se dirige
más allá del lenguaje. A lo genuino
sólo habrá de llegar quien analiza.
Vislumbre y reflexión son el camino
que hacia la claridad nos canaliza.
3159
El universo, el hombre, son misterios
que no esclarecerá quien sólo mira,
sino aquel cuya mente puede ver..
El ojo observa, pero sin criterios;
cuestiona la razón, arguye, gira
en torno a lo que ve, y eso es saber.
Es saber y es poder, pues quien razona
se plantea, decide y soluciona.
3160
Aspira la fragancia de las rosas;
han nacido por ti, te pertenecen,
y la aspires o no, mueren mañana.
Nacieron blandas, cálidas, hermosas,
y al roce de tus dedos se estremecen.
Su vida, sin tu acción, será tan vana…
Sonetos
3586 - Bacanal
Ya no es Baco el motivo, mas el vino
que él popularizó y nos estimula;
circulad ya las copas, nos vincula
cada impulso febril y libertino.
Asóciese el bullicio femenino
a nuestra fiesta. ¿Cómo se articula
un placer sin el otro, o se estipula
genuino festival si clandestino?
Todo a la luz, los cuerpos al desnudo,
improvisando cada cual el nudo
de sus más compulsivas perversiones.
E irrumpan en escena las bacantes
de firmes senos, flancos cimbreantes,
brindando sus eróticas opciones.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013
3587 - Bache
Avanzo en el camino de la vida,
contemplativo, absorto viajero,
observando cuanto hay de placentero
en cada atardecer o amanecida.
Desentendido ya de mi partida,
y ajeno a la llegada, sólo quiero
disfrutar del momento pasajero
en que mi huella queda recogida.
Contemplo la montaña, la floresta,
el águila, la alondra, y en tal fiesta
olvido el punto en que asentar el pie.
Tropiezo, y caigo. Y en dolor, aprendo
que las cosas que ignoro, o que no entiendo,
valen tanto como lo que se ve.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013
3588 - Báculo
En ti busco mi apoyo. Sé el cayado
que me reafirma en mi peregrinaje.
Ni pertrechos requiero, ni hospedaje,
si logras adosarte a mi costado.
Sobre tu hombro mi mano, alborozado
de seguir a tu ritmo en un viaje
que, siendo de ambos, tórnase homenaje
de solidaridad, por lo abnegado.
Imagen del ascético romero
camino de Santiago, tan austero,
apoyado en su báculo al andar.
Mas el mío es mejor, porque palpita,
y en el apoyo que me presta, invita
a unir dos vidas que se quieren dar.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013
3589 - Bahía
Dice la tierra al mar: Entra en mi abrazo,
y amainando tu furia, balbucea
tu más gentil rumor, y burbujea
tu vaivén de oleaje en mi regazo.
Sólo por ti me abrí, y a ti me enlazo;
me acaricias, me lames, y azulea
más vivo tu color en la marea
que a mis arenas llega sin zarpazo.
¿Te irrita, acaso, la áspera acogida
del rudo acantilado, y tu embestida
es tal vez una forma de protesta?
No lo hallarás en mí, manso te espero.
Soy de amor, no de guerra, compañero,
a roce y suavidad siempre dispuesta.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
3590 - Bajamar
Dice la playa al mar: No es titubeo
tu llegada y partida, en insistente
repetición; no es timidez que siente
quien inseguro está en su galanteo.
Tus vaivenes son fácil coqueteo
que tu grotesca vanidad consiente,
mas no voy a seguirte; soy consciente
de que a mí volverás. Yo no flirteo.
Tantos años en ti, pero eres niño
repitiendo su juego. No te riño,
diviértete a tu modo, sube, baja.
Me besarás los pies en insistencia,
creciendo en pleamar; de ahí que tu ausencia
ni inquietud me dará ni desventaja.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
3591 - Balada
De castillo en castillo, celebrando
amores que no tuve o damisela
de mi invención, pulsando la vihuela
para damas que al fin quedan llorando.
Trovador de caminos, voy cantando,
no porque se me escuche, en la plazuela,
o el mesón, a la luz de la candela,
y si hay celebración, sigo soñando.
Si canto es porque el alma me lo pide;
mi galardón por la bondad se mide
de quien escucha atento mi balada.
Canto heroico, o fantástico, o risueño,
de cuanto fue o no fue, de cuanto sueño,
del amor, de la rosa, de la espada.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
3592 - Balanceo
Te acuno entre mis brazos, y al mecerte
vuelves a ser la niña que persiste
dormida en tu interior, y que hoy se viste
de algunos años más, y se divierte.
El baile es una cuna que convierte
los niños en adultos, o que asiste
en el cambio a la inversa, y nos reviste
del candor infantil al que revierte.
Girar, volver, balancearse, juegos
para cambiar el tiempo, siendo ciegos
a cuanto somos, fuimos, nos rodea.
En cada vuelta o espiral te acuno,
y flotando entre nubes, somos uno,
que en yuxtaposiciones fantasea.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013
3593 - Baldío
Terreno soy, si ausente tú, baldío,
parcela sin labrar, abandonada;
sin manos que, al abrirse la alborada,
dejen su impronta de sudor y brío.
Me cultivaste un día, y era estío
cada ciclo del año, temporada
sin escarcha, sequía o granizada,
de rubias mieses y paisaje umbrío.
Ahora es vacía, seca y gris la tierra,
sólo la mala hierba se me aferra,
y estoy sin voluntad para extirparla.
El alma, de tal forma envejecida,
si saliera a la calle, y si perdida,
no movería un pie para encontrarla.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2013