Sonetos
4 - Regeneración
Déjame penetrar en tu memoria
Para arrancar de cuajo con mis manos
Los recuerdos crueles, inhumanos,
Que oscurecen el cielo de tu historia.
He de restablecer toda la gloria
De los tiempos felices, tan lejanos;
Y en tus jardines crecerán lozanos
Árboles de pasión, gozo y euforia.
Entrarás en la tierra prometida
Libre de soledad, dolor y llanto,
Y mi mano estará siempre tendida.
Te cubrirá mi amor bajo su manto,
Y cuanto tengo y soy en esta vida,
Tuyo será, porque te quiero tanto.
Los Angeles, 7 de julio de 1997
5 - Sólo por verte
Paso los días junto a la ventana,
soñador de románticas quimeras,
con esperanzas imperecederas
de verte aparecer una mañana.
Impreciso perfil, sombra lejana,
suave susurro, risas bullangueras,
imágenes de tí que van ligeras
desembocando en mi esperanza vana.
No aspiro a que disipes mi tristeza,
ni pretendo llegar a conocerte,
ni a ser una corona en tu cabeza.
Ven hacia mí, mujer, sólo por verte,
y el glorioso esplendor de tu belleza
será mi compañero hasta la muerte.
Los Angeles, 14 de julio de 1997
6 - Vuelve
Apenas te he encontrado, y ya te has ido;
¡Qué soledad de noche ahora me espera!
Te llevaste al partir la primavera,
y me dejaste sólo mi gemido.
Todo a mi alrededor ha sucumbido;
se ha detenido el tiempo en su carrera.
y se ha muerto la música que hiciera
el eco de tus pasos en mi oído.
No sé si has de volver, pero confío
que tu sonrisa seguirá irradiando
el calor que animó mi cuerpo frío.
Mi oscuro invierno te estará esperando
como a la luz del sol en el estío;
y además de esperar, te estará amando.
Los Angeles, 14 de julio de 1997
7 - Amor incierto
Llegué esperanzador a tus umbrales,
y al golpear, me respondió tu ausencia,
viéndome sometido a la inclemencia
de posibilidades desleales.
No pude capear los temporales
del agitado mar de mi impaciencia,
y el ciclón de celosa intransigencia
asestó a mi bajel golpes mortales.
¿Dónde, y con quién, y cuándo, y cómo estabas?
Cómo me aniquilaba este veneno,
estrangulando el alma poco a poco.
Te llamé, pero no me contestabas;
Te busqué, y no te hallé; y al verme lleno
De angustia y soledad, me volví loco.
Los Angeles, 15 de julio de 1997
8 - Amor dulce
Intima y frágil, suave y temblorosa,
reclinada a mi lado, así te pienso
como una vez te vió mi amor intenso,
con el frescor lozano de una rosa.
El brillo en tu mirada luminosa
calmó mi ardor y me dejó indefenso,
y entraste en mí como oloroso incienso
purificando mi alma tenebrosa.
Tú disipaste toda incertidumbre,
y me arrancaste espina tras espina,
e hiciste gozo de mi pesadumbre.
Ahora mi pie junto a tu pie camina,
tras haber alcanzado la alta cumbre
donde mi amor hacia tu amor se inclina.
Los Angeles, 15 de julio de 1997
9 - Amor violento
Hiéreme sin piedad en los sentidos
para lanzarme sobre tí violento;
azótame con tu furioso viento;
provoca mis instintos encendidos.
No temas al oir los alaridos
del salvaje animal, feroz y hambriento:
rudo será el asalto, no sangriento,
al hallar tus cuarteles defendidos.
Escalará los muros, agitando
su melena en el aire altivamente,
y avanzará mordiendo y desgarrando.
Dominará tus miembros y tu mente,
y hará verdad lo que tú estás soñando
de ser violada voluntariamente.
Los Angeles, 15 de julio de 1997
10 - Tu sombra
Sin vacilar, tu sombra fugitiva
desliza imperceptible su figura
bajo mi puerta, cada noche oscura,
abrazándose a mí, tensa y lasciva.
Indiferentemente insensitiva
al sueño de mi esposa, me procura
el raudal de placeres de locura
de esta pasión fatal que me cautiva.
¡Qué deliciosa, ardiente mensajera,
vibrante cual redoble de campana,
yaciendo junto a mí la noche entera!
¡Qué plenitud de sentimientos mana
de esta sombra gentil, al irse afuera
con el primer albor de la mañana!
Los Angeles, 17 de julio de 1997
11 - Crepúsculo de Mujer
¿Qué buscas, mujer triste y dolorida,
de sonrisa fugaz, paso sin huella?
El resplandor lejano de tu estrella
Se extingue ya, y te deja estremecida.
Es tu futuro calle sin salida.
La niña en tí durmió una noche bella
Sin poder despertar; y la doncella
Se perdió en los caminos de la vida.
Acunas soledad en tu regazo,
Y te devora el ansia de ser fuerte
Por falta del apoyo de otro brazo.
Y el tiempo va empujando tu alma inerte,
Inexorable a golpes de su mazo,
Hacia los arrabales de la muerte.
Los Angeles, 17 de julio de 1997
12 - Tiempo sin tí
Pasa el tiempo como un barco de vela
Fugitivo, impulsado por el viento,
Con cargo de ilusión y sentimiento,
Y arrastrando recuerdos en su estela.
Cuando estás junto a mí es una gacela
Veloz y rauda como el pensamiento;
Y si te aguardo es el avance lento
Del jinete sin fusta y sin espuela.
Adhiérete a mi cuerpo, dolorido
De soportar esta cruel sentencia
Que apartado de tí me ha mantenido.
Tráeme la juventud con tu presencia,
Porque mi corazón ha envejecido
En los eternos días de tu ausencia.
Los Angeles, 18 de julio de 1997
13 - Doble separación
Nueva ausencia en tu ausencia es doble ausencia,
Y doblemente triste me has dejado;
Doble es mi soledad de enamorado
Doblegando mi espíritu en dolencia.
Qué irónico es vivir en la existencia
De un dulce amor, febril y apasionado,
Sin que mi mano te haya acariciado,
Ni hayan visto mis ojos tu presencia.
Un intercambio sólo hemos tenido
De ideas y emociones transmitidas,
Que lejana esperanza ha mantenido.
Las palabras han sido interrumpidas,
El amor y el ensueño no lo han sido,
Porque ambas almas aún están unidas.
Los Angeles, 20 de julio de 1997
17 - Para tí
No he encontrado un tesoro que ofrecerte,
Ni lo hallarás tampoco en mi persona.
La vida con frecuencia no perdona
Y nos anega con la mala suerte.
Pero mi amor es sólido y es fuerte,
Y como nunca piensa ni razona,
Espera que me invadas, zona a zona,
Día a día, año y año, hasta la muerte.
Tómame y date a mí, y ambos haremos
Un nudo con los brazos y las piernas,
Y en rojo fuego nos abrasaremos.
Habrá gritos de amor, palabras tiernas,
Y un salvaje vaivén en el que oiremos
El gran final de una rapsodia eterna.
Los Angeles, 6 de agosto de 1997
Poemas
Breve encuentro
En tu mirada hay tristeza
que no acierto a desterrar,
tan inmensa como un mar
de nostálgica belleza.
-"¿Por qué me miras así?"
Una lágrima furtiva
tiembla en tus ojos, cautiva…
-"¿Estás llorando por mí?"
Siento tu piel que me toca
con dulzura y suavidad,
y el calor y la humedad
de tus labios en mi boca.
-"Al alba te habrás marchado
condenándome al invierno.
Haz este momento eterno
permaneciendo a mi lado".
Mis dedos peinan tu pelo
y ahora también yo estoy triste.
La noche oscura se viste
de dolor y desconsuelo.
-"Tu imagen está clavada
en mi mente y mis sentidos,
y al ritmo de tus latidos
late mi alma enamorada.
Yo me iré a tierras distantes
y tú quedarás aquí.
Pero tú estarás en mí
igual que en estos instantes.
Sonríe, no llores más;
muestra en tu mirada oscura
que en nuestra vida futura
como te amé, me amarás".
Los Angeles, 3 de julio de 1997
A ciegas
Vivo en la oscuridad desoladora
de quien no acierta a ver en su camino,
y va en búsqueda ansiosa de una aurora
que ha de nacer con resplandor divino.
Mi lámpara está muerta; he malgastado
mi pábilo y mi aceite, y ya no encuentro
el sendero que tanto he caminado,
ni oigo la voz que me cantaba dentro.
Mujer, que en tu camino paralelo
avanzas con la lámpara abundante:
Vente a mi lado e ilumina el suelo
que pisa este perdido caminante.
Los Angeles, 6 de julio de 1997
Cuando regreses
Lirios, dalias, claveles, y petunias, y rosas
germinaron al paso de tu pie por mi huerto.
Pero se han agostado, ya no son tan hermosas;
desde que tú te has ido tienen olor a muerto.
Cuando vuelvas, la vida regresará contigo,
la sonrisa infinita, la luz y los colores.
Y al rozarte mi mano, no será como amigo,
sino como el amante que excluye otros amores.
Los Angeles, 14 de julio de 1997